LAS QUE NO ME COMÍ DE JOVEN ME LAS ESTOY COMIENDO DE VIEJO.

Por Tito Aillón Tovar
Antes de comenzar el articulo les dejo una intervención musical  para amenizar el siguiente texto .

   

¡Ah vida verraca! Como siempre, razón tenía mi madre cuando comenzaba con el tiqui, tiqui(cantaleta) o en mejores palabras insistencia en que yo y mis hermanos comiéramos más verduras y frutas; bueno la fruta aguantaba no toda por que vida tan fregada para los paladares exquisitos de los hijos, no hay  nada que guste mas como lo frito y todo lo que no represente ningún tipo de valor nutricional para el cuerpo.  Epaaa, esperen un segundo antes de seguir espero no se confundieran con el titulo y lo tomaran por otro lado.  Ya claros en el tema el asunto era que mi madre comenzaba con su discurso de nutricionista que las verduras y frutas servían para esto, para aquello, para lo de más allá… que sirven, les ayuda a que crezcan las uñas, mira lo buenas que son para los ojos, la piel (pero como siempre cuando somos solo hijos muchas de las observaciones o consejos que nuestros padres no tenían ningún tipo de relevancia en nuestros procederes cierto o no?) 

Como ella misma decía  decirte las cosas a ti es como arar en el desierto porque yo por aquellos días de ropa de tallas pequeñas, abdomen plano, cuerpo para aguantar todo tipo de comida, abuso y desuso no ponía como que mucha atención en las apreciaciones maternas; con tal doña Elizabeth luchaba con nosotros para que en casa se comiera sano muchas veces optaba por la trampa porque en el menú que se serviría a la hora del almuerzo la verdura fuera mezclada con las proteínas (carnes) con algo de guiso que hacia que las verduras se adhirieran al resto de la preparación con una pequeña advertencia “no escarben la comida” “ cómanse todo miren que la verdura sirve para esto, para aquello, para lo de más allá . 

La cosa era la coliflor ,el brócoli, el calabacín, el apio, la acelga, los nabos, la berenjena o jugos como el de tomate de árbol o de carambolo total eran una tortura para mi y una lucha para mi madre que en la mayoría de las ocasiones ganaba cosa que a DIOS le doy gracias; eso fue cuando pequeño, porque ya un poco mas grande uno aprende o tiene la oportunidad de sacarle el cuerpo ciertos alimentos que no le gustan. Como al que no quiere caldo se le dan dos tazas también tuve algunos acercamientos al vegetarianismo esto no ocurrió por voluntad propia si no por satisfacer deseos de carne; terminé entonces comiendo vegetales por culpa de una amiga de Venezuela, otra chica asiática y una amiga norte americana chicas linda muy lindas que conocí. Al punto que comí hasta hayacas vegetarianas que me conseguía con el señor Romero en San Cristóbal (Venezuela) todo a cambio de carne (risa seria) pero eso pinitos fueron breves y mi acercamiento a los vegetales relativamente poco pues me inclinaba más hacia la fruta. 

Pero la vida sigue su camino y la edad no llega sola y un día llegue al médico y ¿el man que hizo? Pues mandarme a la nutricionista y ¿ella que hizo? Pues decirme señor, corte la ingesta de carnes rojas, coma 120 gramos de pollo o pescado, tome jugo de tomate de árbol, coma uchuvas, coma carambolo, solo puede comer una harina (papa, arroz en porciones pequeñas) y coma más verdura mire que estas le sirven para esto, aquello y lo de más allá. ¡Plop! que pasa como pasa en todos los casos, mi mama tenía la razón y ella me lo daba como consejo y no me cobraba; pero lo mejor del caso es que hoy por hoy estoy detrás de mis 4 hijas diciendo no espulguen la comida, cómanse todos los vegetales y las frutas miren que ellas sirven para esto, para aquello y lo de más allá. Supongo que estarán al igual que yo haciendo caso, pero omiso, a las sugerencias nutricionales de los padres. Pero bueno también supongo que al igual que yo terminaran diciendo LAS QUE NO ME COMÍ DE JOVEN ME LAS ESTOY COMENDO DE VIEJO (risa a carcajadas) Por eso coma sano incluya más verduras y frutas en su alimentación diaria, mire que le sirven para esto, para aquello y para lo de más allá.