viernes, 3 de enero de 2014

TRADICIONES CULINARIAS

POR TITO AILLON TOVAR

Bogotá ,3 de la tarde del 1 de enero del 2014, el silencio en la sala de la casa, es acogedor;  me dispongo a ver una película acompañado por Nalah una de las mascota de la casa esposa e hijas duermen  pero de un momento a otro me asalta un recuerdo.  
Recordé como unos meses atrás asistí a un foro sobre las tradiciones  culturales en Colombia.  Tradición... Etimología: La palabra proviene del sustantivo latino traditio, y éste a su vez del verbo tradere, «entregar». 

En resumidas cuentas es entregar  ideas y saberes a generaciones  nuevas para preservar ciertas costumbres. Que las hay de forma escrita  como también de forma oral; esta la mas difícil   de preservar  por la falta de interés de la nueva generación  en seguir los  hilos conductores  de sus raíces  y mas difícil aun  en un país como  Colombia tan vasto en sabiduría de los pueblos negros, indígenas  y asentamientos donde sus jóvenes tienen otras prioridades que el mundo les ha entregado  dándole la espalda a su cultura ancestral. 

Ah! Aclarando  que no son todos pero esto conlleva a saltos generacionales;  es mas o menos como  tener una enciclopedia de historia  por tomos y perder los 5 primeros  o no tener completa una secuencia para armar una gran maquina  faltarían partes o sobrarían.

Pero esto no es de hoy  y esto lo aclaro  no para expiar las culpas de las nueva generaciones que lo único que saben hacer es recibir información por medio visual porque por medio escrito poco;  por esos hablo de culpas compartidas  con las anteriores generaciones.  La cosa es que muchas de las buenas tradiciones se entierran  o desaparecen por que no les damos importancia.

Si se preguntan por qué  del tema.  La cosa es yo realice una pregunta a mis 4 hijas antes de comenzar  mis preparación de las cenas de navidad y fin de año. ¿Quién quiere aprender  cómo se prepara un pavo relleno?  A la cual encontré  la negativa de 3 de mis hijas. Una por estar preparándose por salir con el chicle (novio), otra porque prefiere dormir pero siempre dice que pereza no hay nada que hacer en vacaciones  y la otra la perdí por ver televisión pero también tuve  una positiva, mi Alodie  que me ayudo a la sal-pimentada del pavo. Luego ella misma junto con la chiquita, Leyna, el 24  de diciembre me ayudaron a decorar la piña.

Las dos  mayores  son como si fueran visita comen y se van ja , ja . Pero a mi parecer ese pequeño paso  con las  más chiquitas de la casa será mas adelante un gran logro.  SI, porque  así comencé yo ayudando a mi madre a cocinar  las viandas  para las ocasiones espaciales; en la casa de mis padres  y lo sigo haciendo ahora en mi casa  como padre y esposo; pero nunca había pensado en darme a la tarea de enseñar a mis hijas esperando que ellas mostraran su interés. Así como lo hice yo que llegue a esto viendo, preguntado y ayudando.  La verdad me interesé por esto inconscientemente porque no si fue interés realmente o porque me gustaba  ser el degustador oficial de la casa.

Hoy a mis 47 diciembres de vida sigo preparando las recetas que mi madre me enseñó con algunas modificaciones realizadas por mi en mi vasto conocimiento en la cocina hogareña ja ja ja que tal el súper chef,  no?  La cosa es que yo conservo muy vivo los sabores y aromas  en la comida de mis padres.

mi padre Antonio  Aillón  se fajaba tremendo  sancocho, mute y asados  ocasionales. Con él aprendí más  como  observador;  recuerdo su excelente e inconfundible sazón  y ojo a lo que dije sazón  porque realmente no fue que mi padre entregara su secretos de cocina cual  alquimistas en la elaboración de sus recetas; cosa totalmente diferente ocurría con mi madre Elizabeth Tovar  que nos enseñaba a cocinar sus recetas paso a paso – esto lo aclaro porque junto con algunas de mis hermanas  veíamos como era la preparación  de las diferentes  recetas para la celebración  de turno: cumpleaños, aniversarios pero especialmente Navidad. Con las respuestas a todos los interrogantes  que se le tenían  sobre la forma de preparación de los diferentes alimentos a presentar a la mesa;  tanto es así que también cocino de noche cuando todo esta quieto, sin ruidos  y el tiempo se detiene.  Pero, pensándolo bien  no creo que  todo los platos que mi madre me enseño vinieran de su núcleo familiar o de su cultura  ya que mi madre es natal de  Santa Marta  y el pavo relleno  creo que pocón  por esos lares e intuyo que  tuvo que experimentar ocasionalmente;  o viéndolo bien con tantas ciudades y pueblos donde le toco vivir, por los traslados constantes de mi padre como militar,  fue recolectando preparaciones y sabores  en sus recorridos y no creo que este fuera de contexto ya que la cocina colombiana nace de la fusión de lo nativo, lo español y lo africano.

Lo cierto es que mi tradición culinaria nació en mi casa no tan integra como la de mi madre porque ella realizaba también repostería  y yo  de repostería poco o nada ( aquí entra en el baile mi esposa que es la que realiza los postres en nuestra casa)  …la verdad dicha es que mi gusto por preparaciones culinarias nace de mis recordados y extrañados  padres  que dejaron en mi el gusto, sabores y aromas de sus tradiciones  culinarias  las cuales  espero poder dejar en algunas o en todas mis hijas. Para que cuando les pregunten de donde salió esa receta puedan decir de mi padre que la recibió de sus padres y  aquí va conmigo.

Les dejo mi primera colaboración culinaria junto a mi madre.

CHINITOS  (huevos rellenos de atún)
INGREDIENTES: Huevos Cocidos, latas de atún, tomate (opcional) Mayonesa, Aceitunas,  Palillos.

PREPARACIÓN:
*cocinamos  los huevos
*Enfriamos los huevos y los pelamos con cuidado.
*Para comenzar a dar forma a nuestros “chinitos” cortamos la punta del huevo que será el gorro del chinito, y con una cuchara pequeña extraemos la yema del huevo con cuidado.
* Luego en un tazón prepararemos el relleno, mezclando la yema cocida que habíamos extraído, el atún, tomate  (opcional), mayonesa, Mezclamos bien hasta obtener una mezcla homogénea.
* Luego procedemos a rellenar todos los huevos y el relleno restante lo utilizamos de base en el plato. Ponemos los huevos con el relleno hacia abajo y sobre lo que era la base del huevo clavamos un palillo, la aceituna que es la cabeza, y el sombrero chino que era la punta de huevo cocido que habíamos cortado al principio.

Listo un plato económico y fácil de hacer sobre todo si se tienen niños pequeños.

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