FINAL ROCK AL PARQUE 2017

EN RESUMIDAS CUENTAS

Por Tito Aillón Tovar 

FOTO TITO AILLON TOVAR

Desde que comencé a asistir al festival, siempre ha habido y seguirá habiendo decisiones que crearan polémica o malestar y este año no se fue en blanco, en redes sociales y videos se han oído y visto diferentes manifestaciones en contra del festival; otros pidieron que lo acaben, otros que se le cambie el nombre , que la selección de las bandas no es transparente , que siempre son los mismas bandas, etc. Todo tipo de agravios para con el festival, pero siempre hay polémica, sin polémica el festival no sería un éxito. 

También es cierto que hay ocasiones que meten las patas engrande y en esta versión sucedió con la cancelación de la participación de Paul Gillman. Nadie sabe a ciencia cierta qué pasó, cómo si el festival tiene a un curador que con tiempo entrega todas las generalidades de un artista luego de su estudio previo sucede algo así; por qué después de conocer sus afinidades, después de ya haberle enviado la invitación, decidieron cancelar su participación, trayendo con ello un alud de inconformidad, ¿por qué si lo invitaron, no lo dejaron? y listo miren que yo considero que el aporte del artista al festival era poco, pero su cancelación le acarreó un daño enorme al festiva, le quitó entereza, le quitó pluralidad, le quitó ese manto de libertad, de libre expresión. ¿Qué importa que el artista tenga afinidad con el gobierno de su país? El está en su derecho y ¿qué pasaba con que en su presentación se encontraran personas en desacuerdo con su parecer?  NADA son solo desacuerdos de ideología pero nunca lo sabremos porque no se tuvo la entereza de defender su derecho a la libre expresión; el festival debe estar por encima de cualquier capricho o interés personal o político. 

Graffiti sobre la polisombra,autor anónimo  
foto tito aillon

Ya dándole vuelta a la página quiero felicitar este año a la programación que trajo por primera vez a muchos artistas, eso es para los que siempre dicen que las mismas bandas tocan año tras año. El festival aparte de traer nuevas propuesta también construye nuevo público en todos los géneros y en cierta forma rompe con tanto lineamiento clásico sobre la música. Se trata de crear la cultura de lo nuevo. Esto es crear a los nuevos guías del festival de rock al parque. 

Este año fue un año extrañamente agradable.  solo veamos el protagonismo que tuvieron los escenarios alternos como Bio y Eco, que contrastaron con el escenario principal cuya asistencia fue escasa, dejando con un mal sabor de boca a las bandas,  por no contar con un acompañamiento masivo. Otra cosa para destacar son las agrupaciones femeninas: cumplieron un trabajo muy importante en tarima. 

Este año se contó con una sala de prensa espaciosa, cómoda sin mucho ruido; pero tuvo su lunar: no tener suficientes toma-corrientes. También es bueno destacar que este año el distrito puso a funcionar una ruta circular para que los asistentes tuvieran manera de poder llegara a la estación de transmilenio a tiempo. Pero como no todo son alegrías también tenemos cosas que analizar: 

* No entiendo como con la fuerte requisa que dice hacer la policía nacional a la entrada al festival, adentro podamos encontrar expendedores de alucinógenos que a grito herido ponía a la orden su producto. Además del licor, por supuesto; si no me creen recuerden cuando en presentador del escenario plaza advertía que el licor que se estaban vendiendo dentro del parque era adulterado. 

La zona de prensa siempre termina tomada por una cantidad de personas que la verdad no se sabe de dónde sale tanta manilla. El recurrente mal sonido en el escenario principal como es costumbre, no solo este año. 

Me despido de la 23.ª edición de Rock al Parque, me complació y expreso mis felicitaciones. Hasta pronto y buen viento y  buena mar.